Quinta de San Amaro Hotel - Rías Baixas - Meaño, Pontevedra

La D. D. L. L.

Lugar maravilloso atendido por gente encantadora. El menú, exquisito y las instalaciones muy bien cuidadas con todos los detalles. Llevamos perrito y nos facilitaron las cosas, haciéndonos sentir muy cómodos.

jacobiana

Excelente hotel en Meaño. Es un lugar pequeño pero con grandes detalles en cada rincón. Un placer para los sentidos. Es un lugar para desconectar del ruido y del estrés, para disfrutarlo sin prisa. A la llegada pensé que seria un error porque no me di cuenta ni pregunté que no tenían ascensor y tengo artrosis tremenda de rodillas y no puedo subir ni bajar escaleras y estaba en mi peor momento de dolores, pero ellos me dieron la alternativa para no tener que hacer tantas escaleras. Se portaron de maravilla. Nos dieron una habitación preciosa con unas vistas increíbles y muy tranquila. El olor al entrar a la habitación es riquísimo. Tenia una terraza que disfrutamos mucho donde mi marido hacía yoga todas las mañanas oyendo a los pajaritos. Las chicas que nos hacían la habitación nos cuidaron muchísimo, un saludo para ellas! La 1a noche reservamos para cenar en su restaurante porque había leído que era bueno y no nos equivocamos: ES EXCELENTE. Nos quedamos todas las noches a cenar allí. Volvíamos de nuestras excursiones con una sonrisa en la cara porque sabíamos el deleite culinario que tendríamos de noche. Os recomiendo encarecidamente que cenéis al menos 1 vez para que comprobéis de lo que hablo. El restaurante es precioso y daba gusto sentarse en nuestra mesa preferida viendo la puesta de sol. Y toda la gente que trabaja allí es muy profesional y muy atentos. Los desayunos también eran maravillosos. La piscina es pequeña pero coqueta. Tienen parking. Felicidades a los dueños por este proyecto tan bien conseguido! Calidad 100%! Y mandaros un saludo afectuoso a todos los profesionales que trabajan allí por todos los consejos tan buenos que nos dieron que hicieron que nuestra 1a visita a Galicia fuera una delicia!

Iolanda O. B.

Decorado con un gusto exquisito, habitaciones muy cómodas y amplias. No pongo 5 estrellas porque la insonorización es un poco insuficiente pero totalmente comprensible en un edificio antiguo rehabilitado. El servicio y atención, inmejorables. Instalaciones de 10, hay un salón de uso de huéspedes, encantador. Volveremos, aporta calma y bienestar. Nos encantó.

David J.

Pasamos el finde semana y la experiencia fue inmejorable, Un hotel precioso y limpio, buena ubicación y con un restaurante donde comimos y cenamos muy bien. El personal muy atento y amable. Volveremos a repetir ya que quedamos encantados.

Cristina B.

El hotel Quinta de San Amaro es un lugar increible, situado entre vinyas de Albariño. Nos sorprendio la calidad y la calidez de sus detalles, tanto en habitaciones como en sus zonas comunes. Cuidan extremadamanete al cliente. Todo esta cuidado al maximo, servilletas con sus iniciales bordadas, su olor a limpio en todas las estancias, su maravilloso jardin...Su desayuno buffet es espectacular, todo buenisimo , y su cafe recien hecho que puedes pedir cuando te apetezca. Y lo mejor, la amabilidad y el buen hacer de Nacho y Teresa. Grandes profesionales y mejores personas. Todo un acierto la eleccion para unas vacaciones en calma.

Manuel S. R.

Excelente lugar para descansar. Restaurante y desayuno muy buenos. El trato personal ha sido excelente. Totalmente recomendable

Elena G.

Espectacular. Tanto la habitación como cualquier rincón del hotel cuentan con decoración de gran gusto hasta el mínimo detalle. El entorno de la piscina es muy agradable y el restaurante y el desayuno una maravilla. Buenísimos los tomates. Repetiremos seguro porque el sitio invita al descanso y la desconexión y el personal es muy amable y atento. Gracias por estos días

Eva N. C.

Hemos pasado un fin de semana en Quinta de San Amaro y hemos estado muy a gusto, sintiéndonos en casa.

Lugar tranquilo, jardín cuidado y rincones con encanto donde sentarse y disfrutar/ desconectar. De los rincones con encanto, hemos disfrutado del interior del hórreo al anochecer y del salón para tomar el segundo café del desayuno ¡ momentos de relax puro!.

La habitación estaba cuidadosamente acondicionada. Aprovechamos mucho la galería que da a la terraza de la habitación; invitaba a sentarse frente al ventanal y desconectar.

Destacamos la atención y amabilidad del equipo por su excelencia.

Cenamos las 2 noches en el restaurante y la comida es deliciosa. El desayuno es muy variado.

Las nubes y la lluvia no hicieron de menos nuestra estancia. Nos pareció un lugar con potencial para ser disfrutado las 4 estaciones del año.